viernes, 21 de noviembre de 2008

Al otro lado del mar...

Últimamente ocupan la primera plana de los periódicos los titulares de naufragios, siempre vemos que se perdió una yola con x cantidad de personas y mientras mas noticias salen sobre eso mas viajes van zozobrando. La mayoría de los que viajan en yola están conscientes de todos los peligros que esto envuelve, pero cuando se le mete en la cabeza que van a llegar a Puerto Rico se les olvida todo, se ponen de lo mas positivos y solo piensan en cuando lleguen allá y se adelantan a la imaginación y se ven llegando aquí como muchos otros repartiendo bebidas y en buenas jeepetas.
Todo el que se ha visto envuelto en un viaje de esos sabe que “es más la sal que el chivo”; las dificultades comienzan desde el día en que se deciden a armar el viaje. Quien lo organiza te encomienda a buscar gente, esa es tu primera dificultad, hay que dar dinero por adelantado a ese desconocido para él moverse, hay que ayudar en la fabricación de la yola, los hombres tienen que cargar la gasolina en unos garrafones que pesan muchísimo y hay que caminar kilómetros con ellos, después que se construye la yola se pasan semanas andando en los montes y siempre hay un cuento de que hoy no se puede porque hay mal tiempo, cuando no es que la marina anda rondando y el que no quiere perder sus chelitos tiene que estar en eso todos esos días porque si el viaje sale y lo dejan no hay reclamos. Las mujeres serias llevan la peor parte ya que muchas son violadas por los delincuentes que están metidos en el viaje, por eso muchas optan por acostarse con uno que aparente ser guapo para que este la defienda y solo ser usadas por él; si corren con la suerte de que nadie se propase con ellas como quiera no se salvan de un chequeo del capitán y sus ayudantes porque a la hora se subirse a la yola hay que asegurarse de que no estén menstruando (porque eso atrae a los tiburones) y la única forma que estos confían es metiéndole un dedo ya saben por donde y la que se resiste la dejan y también perdió sus chelitos. El hecho de estar montados en la yola no les asegura nada porque ya al salir puede ser que el mismo capitán haya informado la hora de salida a la marina para que frustre el viaje, otros inescrupulosos optan por salir con mal tiempo y virar la yola y sálvese quien pueda.
Suponiendo que el viaje tenga éxito y lleguen todos a Puerto Rico, ya desde ahí comienzan las peripecias, los que tienen alguien que lo albergue corren con mas suerte y los primeros dos días todo es muy bonito, te sacan a pasear y te hablan de cómo manejarte, ya al tercer día te dicen que tienes buscar trabajo para que puedas mudarte. Como eres ilegal los trabajos son muy limitados y pagan muy poco, si quieres legalizar tu estatus tienes que hacer magia para poder ahorrar lo de casarte y en eso te pueden pasar un par de años, si dejaste una familia que mantener aquí eso significa que no vas a dormir porque tienes que trabajar día y noche para que el dinero te pueda alcanzar, si tienes suerte y te casas con la mujer correcta puedes hacer tu residencia, en caso de que fracases con esa tienes que empezar desde cero y tratar con otra y en eso se te pueden ir mas de 5 años. En navidad añoran los buenos tiempos de aquí porque este es el país que mas se goza. En fin cuando se dan cuenta de la realidad que están viviendo allá es tarde y no quieren volver derrotados para acá, ya su gente no le tiene afecto por todo el tiempo sin verse, hijos que crecieron solos, la mujer que se buscó otro marido porque se cansó de esperar; por eso muchos se desesperan y caen en el bajo mundo, si tienen suerte consiguen dinero, en caso contrario consiguen cárcel o muerte.
A mi entender ese sueño americano que toda esa gente tiene se lo venden sus mismos familiares y amigos que vienen aquí a hacerle bulto de que ellos por allá viven bien y no cuentan la realidad de las cosas, muchos de esos dominicanos bulteros se pasan el año entero preparándose para venir, asechando los especiales de las tiendas y cogiendo prestado para venir a echar vainas por una semana, allá muchos son conserjes y cuando vienen aquí no saben agarrar un suape, a la larga si ud. se compara con uno que vive allá se notan mas viejos por todos los trabajos que pasan y por suerte que el frió les ayuda para verse limpiecitos y si medimos resultados a veces el que esta aquí tiene mas que el que esta allá, imagínense ahora con estos tiempos de crisis. Solo al que le fue bien vendiendo drogas y matando gente puede venir a exhibir bonanzas y ya ni eso esta dando resultados.

Yo digo como Pakole “yo no voy de aquí”… El estar cerca de su familia y ver crecer a sus hijos no tiene precio…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Olle...¿tu como que has participado en esos viajes? porque de lo contrario felicidades!!

Qué pena crees que merecen los politicos corruptos?