
El clientelismo en nuestro país ya es una vieja práctica que pervive tanto a nivel político como social, quienes se favorecen de éste no piensan en ese instante que esa felicidad les va a durar muy poco y no porque sea en casa de pobres, sino por lo pobre que es la mente de quien se beneficia de esto. La justificación más común en estas personas es que “todos los políticos son malos y éste por lo menos me esta dando algo”, pero dichas dádivas solo se ven en campaña, luego vienen los dolores de cabeza, de que todo ha subido, que los cheles no les alcanzan y ahí comienzan las huelgas, muchos de esos que han perdido la vida en las últimas huelgas por los apagones y el alto costo de la vida eran quienes salían contentos de un “meeting” con una fundita y cien pesos en los bolsillos y he aquí el resultado. Por vía del clientelismo se impone quien mas recursos puede derrochar, no se elige el candidato que mas le conviene al pueblo sino quien arriesgó más su dinero para luego recuperarlo y seguir con sus prácticas “Nepotístas” olvidándose de la Meritocracia. Muchos de los que decían que no necesitaban de una fundita y se mataban con cualquiera por el candidato que los invitó a una cena hoy están desempleados necesitando la fundita y no la encuentran. Y lo peor de cometer este error es que hay que esperar cuatro largos años para poder enmendarlo.
P.D.: Esto aplica para todos los gobiernos después de Trujillo… Exceptuando el de Antonio Guzmán y el de Juan Bosch.
P.D.: Esto aplica para todos los gobiernos después de Trujillo… Exceptuando el de Antonio Guzmán y el de Juan Bosch.
1 comentario:
Pero lo peor de lo peorrrr de todo, es que aveces hay que esperar no solamente cuatro años para conseguir algo, sino que ese plazo se puede alargar cuando nos encontramos frente a un gobierno reeleccionista!!! jeje de cuatro a ocho y asi sucesivamente...
Muy cierto tu analisis.
Publicar un comentario